
En 2003, Dan Simmons tras varias obras de terror de mayor o menor éxito volvió con otra novela de ciencia ficción. Habiéndose atrevido con la poesía de Keats el autor decidió apuntar más alto y atreverse con la obra de Homero y Shakespeare en clave de space opera. Su título sería Ilium y Olympos.
La Guerra de Troya reconstruida por unos dioses llamados post-humanos, muy semejantes a los dioses clásicos, al pie del monte Olimpo, en el planeta Marte. Dioses y hombres combaten bajo las murallas de Troya mientras un estudioso escólico, al que los dioses han devuelto a la vida, es obligado a supervisar los hechos narrados por Homero en la Ilíada. Por otro lado una raza de robots 'moravecs', venidos de más allá del cinturón de asteroides deciden investigar la inusitada actividad detectada en el planeta rojo. Uno de estos 'moravecs' es amante de la obra de Shakespeare, el otro de la de Proust. Y en la Tierra, los últimos humanos viven como 'eloi', cuidados y mimados, a la par que vigilados y supervisados, por unos misteriosos Voynix de origen desconocido.

2 comentarios:
Aunque para mí Los Cantos de Hyperion sea su obra maestra y estas dos nuevas novelas estén bastante bien, en un término medio pondría a Los Vampiros de la Mente, una novela de terror ciertamente absorbente y muy bien construida. El problema de Simmons con Ilion y Olimpo es que se le ve demasiado el tufillo de intentar repetir el éxito de Hyperion, y aunque esté estupendo en su revisitación del mundo clásico y en sus fantasías sci-fis, a veces te encuentras diciendo: "A ver, ¿de qué coño va todo esto porque llevo ya unas cuantas páginas perdido", cosa que podía pasar en Hyperion, pero te daba lo mismo con lo fascinante que era el relato.
Quiero decir, rememorando la famosa frase del autor de Algún día volveré, que el armazón de las estanterías molesta para poder disfrutar del contenido.
El problema es que esa sensación de estar perdido, en parte, viene por la estúpida y poco creíble decisión de la editorial de dividir un libro concebido como una sola unidad en dos. Juzgar Ilión por su primera parte española es hacerle una valoración injusta. Si a Hyperion lo hubieran dividido en 2 y a la Caída lo mismo, ya verías como la sensación sería la misma. Igualmente es en Olympos donde empieza a aclararse todo y donde se unen las tres historias, así que paciencia que pronto te lo paso y veras cuán grande es la cólera de Aquiles y qué miedo dan los Voynix y los putos calibani.
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