domingo, marzo 26, 2006

CARNIVALE


Hace tiempo, buscando información sobre la genial serie Twin Peaks, descubrí una blog que comparaba y recomendaba una serie que llevaba ya unos cuatro capítulos. Se trataba de Carnivale, producida por la HBO, y me detuve a leer sobre ella. Me pareció curiosa e interesante. Iba de un circo de freaks en medio de la época de la Depresión en America, y dos de sus actores principales me llamaron la atención. Uno de ellos era Michael J. Anderson, el 'enano' de Twin Peaks, y el otro era Clancy Brown, 'el Kurgan' de los Inmortales.
A día de hoy ya he podido ver las dos temporadas de la serie. Al parecer ha sido cancelada por diversas razones, su ritmo, su temática algo peliaguda (que el reverendo Justin sea el Mal personificado no debe haber gustado mucho por los USA), la audiencia, etc.
La primera temporada nos presenta a Ben Hawkins (Nick Stahl), el protagonista de la serie, quien a su pesar posee el don de curar y devolver la vida, a cambio de quitarla, y al padre Justin (Clancy Brown), un reverendo con buenas intenciones que se ve asaltado por oscuros sueños y que inexplicablemente tiene el poder de castigar a aquellos que provocan su ira. Ben es recogido por un circo de Freaks tras la muerte de su madre y viaja con ellos recorriendo la America profunda de los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, en medio de la Depresión. Esta temporada peca tal vez de lentitud de trama, presenta a los muchos personajes del circo y a los que rodean al padre Justin y realmente no hay una acción trepidante. Pero lo que si te mantiene enganchado son los momentos inquietantes que se van dando en la evolución de poderes de los dos antagonistas, los sueños proféticos que los enfrenta, encadenándolos en un destino del que parece imposible escapar. Las tramas de los personajes secundarios son más mundanas (dentro de lo mundana que puede ser la vida de un circo freak), pero enriquecen mucho la historia.
La segunda temporada está mejor repartida, la trama se vuelca hacia un final ineviatable que enfrentará a los dos enemigos, Ben Hawkins acepta su poder y el padre Justin acrecienta el suyo, tanto a nivel personal como social. El final está muy logrado y la batalla final entre el Bien y el Mal deja un regusto amargo, que queda abierto dejándote con ganas de más y maldiciendo el hecho de saber que no habrá continuidad.
Una lástima.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sic. Vamos, como "La parada de los monstruos" pero en folletín. Ay, cómo cuesta ser algo original hoy en día.
Un abrazo sonámbulo!