Del 24 de Abril al 27 estuvimos en la Feria del Libro Infantil de Bolonia, Italia.
Sin duda una de las ferias más grandes a las que he asistido. Si con Angouleme ya me quedé sorprendido de la gran organización y oferta editorial dentro del mundo del comic, en Bolonia me he quedado verdaderamente pasmado de lo inmenso de sus proporciones y de la cantidad de editoriales allí presentes procedentes de todos los rincones del mundo, europeas, americanas, asiáticas...
Sin duda una de las ferias más grandes a las que he asistido. Si con Angouleme ya me quedé sorprendido de la gran organización y oferta editorial dentro del mundo del comic, en Bolonia me he quedado verdaderamente pasmado de lo inmenso de sus proporciones y de la cantidad de editoriales allí presentes procedentes de todos los rincones del mundo, europeas, americanas, asiáticas...
La siguiente impresión que tuve es que este festival no me iba a gustar. Entendámonos. El mundo de la ilustración es muy amplio y hay de todo. Pero cuando de lo que te gusta no ves absolutamente casi nada, pues como que te agota un poco estar horas y horas caminando con la sensación de estar en el desierto buscando un oasis.
Y si a eso añadimos la desaparición del cuento como tal y lo reducimos todo a albums con poco texto y grandes ilustraciones, pues como que estamos en la historia de siempre, la idiotización de las futuras generaciones.
En fin, esto no deja de ser mi impresión de una Feria en la que por otro lado hicimos buenos contactos editoriales y conocimos a gente realmente maja con la que esperamos poder seguir viendo en el futuro. Es un buen sitio para hacer contactos y para ver por donde van los tiros con las editoriales, qué tono debes dar a tus historias y qué extensión. Lo mejor tal vez fue el comprobar que nuestro proyecto "Pincel de Zorro" gustó a quien tenía que gustar y puede que nos haya abierto alguna puerta. Todo se andará.
En resumen. La Feria vale la pena por lo que es y por lo que representa, pero tres días en ella fueron agotadores para un servidor. Ironías de la vida conocí al agente literario de Editorial Norma, que no Norma Editorial. El cual nos invitó a ir a la Feria de Frankfurt este año, si cabe, dicen, muchícimo mejor y más grande que la de Bolonia...
La lástima fue no poder disfrutar de la ciudad como me hubiera gustado (¡el día 24 había un concierto de Ennio Morricone!), pero paseamos bastante por ella y pude hacer algunas fotos de recuerdo. Comer se come muy bien y la compra de comida resulta casi tan placentera como el poderla cocinar.
2 comentarios:
Eh, misógino de mi alma! A ver si el finde que viene nos vemos y nos contáis tu y la Meritxell más detalles sobre esos contactos.
Un abrazo a tots dos.
Hail & Grill!
he llegado aquí por una recomendación de Teresa Gimenez en su blog. Que interesante tu punto de vista y sensaciones de la feria de Bolonia, yo espero poder ir algún año y disfrutarla. Me alegro que os fuera bien con los contactos y visitaré de vez en cuando el nuevo blog, el libro tiene muy buena pinta.
Un saludo y suerte.
Yolanda
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